miércoles, 4 de julio de 2018

Semana 52.1429

Conocí a alguien... después de un largo y tortuoso año lleno de mala suerte, explosiones, discusiones y un cambio radical de vida... conocía a alguien. Es alto, de cabello color trigo y ojos te con limón. Es extraño que hace un año estaba sufriendo por el corazón roto que tenia desde hace al menos 6 meses antes de la ruptura -que con gran coraje- provoqué y culminé aquella mágica y terrorífica relación.
Ya un año desde que te ví un ultima vez frente al centro comercial, desde la ultima vez que fumé un tabaco deseando no despertar más. He cambiado... todos hemos cambiado mi querido.
Ahora tengo frente a mi aquel nuevo sujeto de cabello trigo y piel besada tenue mente por el sol, como siempre tiene un notorio déficit visual que lo soluciona con unos bellos lentes color plata y una sonrisa.
Ambos son muy diferentes, el primero temeroso y callado cual sepulcro, con una sonrisa espectacular que muy rara vez mostraba al mundo pero que gracias a la providencia de aquel momento pude verla recurrente durante años. El segundo es confiado y terco, su mirada esta fijada en objetivos donde claramente estoy incluida, tiene la seguridad de lograrlo todo a pesar de no tener un talento innato como el primero, se esfuerza por lograr sus metas... me agrada eso.
Mis queridos, son tan dulces recuerdo los que he compartido con ambos, mas en los dos casos la duda sigue presente, pues esta vez no doy nada por sentado... me esforzaré, por la luz que lo haré.



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